He dejado pasar unos días para analizar el resultado de las elecciones, tanto de Galicia como las del País Vasco.
Respecto a lo comicios gallegos, no hay mucho que decir, Galicia es una comunidad tremendamente conservadora y siempre ha votado a la derecha. Hace cuatro años, los gallegos votaron cambio, para echar de la Xunta a Fraga, pero ahora ha llegado un candidato moderado, que parece aglutinar a todas las familias populares y la ciudadanía ha vuelto a votar al PP. Ojo con aquellos de derechas que van de moderados, suelen ser los peores. Lobos con piel de cordero.
Las que a mí más me preocupaban, personalmente, eran las elecciones en el País Vasco. Tal vez la cercanía, el tener familia o la sintonía ideológica con el candidato, no lo sé, algo había que me preocupé por ellas. Esta campaña la he seguido por Internet. Grandes mitines los ofrecidos por Patxi López, siempre inmenso, siempre en positivo, siempre apostando por el cambio. Grandes intervenciones como la de Alfredo Pérez Rubalcaba, grande el Presidente Zapatero, siempre grande. Pero la que me emocionó de verdad fue la de Felipe González. Auténtico como es el, fino en sus intervenciones, ácido en sus comentarios, un gran mitin.
Esta campaña me ha enseñado mucho sobre como se ha de hacer política. Me ha enseñado como acercarse y dirigirse a la ciudadanía y sobre todo, a fortalecido mis ideales socialistas.
Respecto al resultado, dar la enhorabuena al PNV, ganador numérico de las elecciones, tanto en votos como en escaños. Ahora viene el problema. FORMAR GOBIERNO. Esta tarea está reservada, en primer lugar, a quien resultó ganador, por eso, el PNV ha comenzado su ronda de contactos. Lo tiene difícil.
Una vez que Ibarretxe no consiga apoyos, llega el tiempo de Patxi López, del lehendakari López, tendrá que gestionar muy bien esa negociación. Considero que Patxi está preparado para ser un gran lehendakari. Ánimo y a imprimir el cambio que la sociedad vasca necesita realmente.
Para terminar, sólo dos cosas. No busquemos semejanzas con la situación que se dió en Navarra. En nuestro caso, el PSN fue la tercera fuerza más votada, con lo cual el gobierno hubiese sido una bomba de relojería, además se pretendía gobernar en coalición y no en solitario con apoyos puntuales, como pretende Patxi.
En segundo lugar, no dejemos que la cortina de humo que el PNV ha lanzado, pidiendo que gobierne la fuerza más votada, es sólo una pataleta por ver como se pierde el poder. Hay están los casos de las diputaciones de Guipuzcoa y de Álava, donde el PNV fue la segunda y la tercera fuerza más votada respectivamente. Por ello, quien debe gobernar es quien alcance la mayoría suficiente en el parlamento, quien consiga negociar mejor esa situación, y ese, sin lugar a dudas, es el PSOE, único partido capaz de hablar y de negociar con cualquier fuerza política para conseguir lo mejor para los ciudadanos.
Así que PATXI, ánimo y mucha suerte.
Jorge Aguirre
